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tréboles de cuatro hojas, recoger tomates de un huerto, regar las plantas o
levantar una piedra y observar la enorme cantidad de insectos que viven debajo
de ella. Son actividades sencillas que ayudarán a tu hijo a conocer el
desarrollo de los animales y las plantas. Algunas actividades os presento a continuación:
1.
Toco y oigo. Nada mejor que explorar el campo con los ojos cerrados,
solo palpando y oliendo lo que hay a vuestro alrededor. Lleva a tu hijo hasta
un árbol, haz que lo toque, note su textura, oiga los cantos de las aves que
viven en su copa y respire a fondo los olores del campo.
2.
Una orquesta muy natural. Busca ramas secas y proponle que las golpee
unas contra otras. Mete pequeños frutos de árboles -como bellotas- en una
botella de plástico y tendréis unas maracas. Ofrécele un trozo de tronco y un
palo para tocar el tambor... ¡Menuda sinfonía!
3.
Construye un nido: con hierba seca, ramas, papel usado y unos trapos,
fabrica un nido. Los trapos y el papel usado te servirán para construir la base
del mismo.
4.
Moldes con huellas. Anima a tu hijo a que busque huellas de animales
en el campo con las que fabricar unos moldes muy originales y que los
identifique. Cava alrededor con cuidado, saca el trozo de tierra y colócalo en
una caja. Al llegar a casa, vierte una mezcla de agua y escayola sobre la
tierra y déjala secar. ¡Ya tienes tu huella animal!
5.
El espantápajaros. Fija dos palos en forma de cruz con dos trozos de
cuerda. Ata una bolsa o un saco relleno a modo de cabeza y vestidle con una
camisa, un pantalón, una chaqueta y un sombrero viejos, que rellenaréis después
para darle volumen. Sólo os queda clavarlo en mitad de tu huerto y ya tienes
listo al mejor vigilante.
7.
Un reloj solar. Para que tu pequeño pueda tener el suyo, elegid un
lugar de vuestro jardín donde dé el sol todo el día. Clava un palo sobre la
vertical del suelo, dibuja una línea a la altura de la sombra proyectada por el
sol y ve marcando las posiciones sucesivas con cada cambio de hora.