Aquí van cinco
ideas simples para que niños y adultos salgan y disfruten de la naturaleza,
incluso en la ciudad:
Pararse,
mirar, escuchar: Actividades
como mirar cómo caen las hojas de los árboles por unos segundos o dedicarle 10
minutos a observar un pájaro. Es bueno tomarse el tiempo de mirar y detectar la
vida silvestre que nos rodea.
Caminar por
un parque: Un simple
paseo por un parque puede ser un rápido remedio natural. Para identificar lo
que se ve, se puede tomar una foto y comentarla con ellos.
Usar los
otros sentidos: Nos confiamos
demasiado en la vista y una de las formas más simples de volver a conectarse
con el mundo natural es usar los otros sentidos: tocar la corteza de un árbol,
escuchar a los pájaros, las ranas, los grillos, oler las flores y las hojas.
Más espacio
para la naturaleza: Ofrecer un
hogar a la vida silvestre, aunque sea en un pequeño jardín o cualquier espacio
verde. Construir un comedero para pájaros, amontonar ramitas y hojas para
reptiles y anfibios o crear un hotel para insectos.
Dedicar
tiempo a los árboles: Incluso en los ambientes urbanos hay árboles. No es tan difícil observarlos
y notar cómo cambia con las estaciones, e identificar sus hojas, sus formas,
sus colores
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